¡Hola peques! No he podido entrar hasta ahora en el blog porque me he pasado todo el fin de semana mirando vuestros dibujos y emocionándome todavía más. Ahora ya no me queda más que despedirme.
Y me gustaría hacerlo con este cuento que espero que leáis. ¡Ah, y también os dejo un juego para este verano que espero que os guste!
CUENTO » LA GUARDIANA DE ESTRELLAS!
Había una vez una guardiana de estrellas. Como toda buena guardiana esta señorita se dedicaba a cuidar estrellas. Se pasaba toda la noche contemplando el cielo. Las contaba una a una, Las conocía a todas, las llamaba por sus nombres y seguía hasta el más mínimo de sus movimientos. Sus estrellas eran su tesoro. Cada noche les hablaba, les cantaba y les enseñaba todo lo que ella sabía, porque para eso estaba allí, esa era su misión.
A todas las quería por igual, a pesar de que todas eran diferentes. Estaban las estrellas soñadoras, las revoltosas, las tranquilitas, las constructoras de castillos, las charlatanas, las artistas, las bromistas, las mimosas y algunas más.
La guardiana miraba a cada estrella con orgullo. Cuando alguna se caía, corría hasta ella, le ayudaba a levantarse, le daba un abrazo fuerte y la colocaba con cuidado en su lugar. Les enseñó a no taparse unas a otras, a quererse ya agruparse, porque así juntas podrían brillar mucho más.
Una noche las nubes cubrieron el cielo y, de pronto, las estrellas ya no estaban. La guardiana se sintió muy sola y triste, hasta se le cayeron algunas lágrimas. Pero enseguida comprendió que sus estrellas habían crecido. Ahora brillarían en otra constelación y se sintió contenta por el deber cumplido. Y entonces la guardiana alzó la vista al cielo y pudo ver con hilos de luz los nombres de sus estrellas plasmados en un libro que siempre guardaba con ella.
Espero que os haya gustado y cuando os sintáis un poquito solos o tristes y no tengáis a los papás id a ver a esa guardiana que se sentirá muy feliz de daros un besaaaazo y un abraaaazo.
¡Hasta siempre, peques! ¡Hasta siempre familias!.